Cuando una mujer se queda embarazada su cerebro empieza a cambiar para asegurar la supervivencia del bebé. Para ello, el nuevo miembro de la familia pasará a ser el centro de atención de la madre y también su mayor fuente de reforzamiento. A estos cambios, se les denomina matrescencia, porque estos cambios a nivel cerebral son equiparables a los que acontecen durante la adolescencia. Pero las madres no solo se enfrentan a esos cambios, sino también a una sociedad que les incita a continuar con su vida de antes lo más rápido posible (volver a trabajar como si no hubieran tenido hijos, volver a tener vida social, a ir al gimnasio y tener una relación de pareja como antes del embarazo), esto puede producir un conflicto entre su vida de antes, lo que espera la sociedad y las demandas como madre. Desde la psicología perinatal podemos ayudarte a explorar estos cambios, poner en tela de juicio los requerimientos sociales y ayudarte a construir una nueva identidad que sea coherente con tus valores.